«Si uno no sobe de historia, no sabe noda:  es como ser una hoja y no saber que fuera parte de un árbol»
(Micha& Crichron)

 

Sino conocemos los hechos pasados, no podremos comprender en su verdadera magnitud nuestra situación presente. Somos parte de una gran familia y conocer su historia fortalecerá aún más nuestro sentido de pertenencia. Esta es la razón de este espacio, compartir los momentos, las situaciones que llevaron a nuestra familia a lo que es hoy; algunos para recordarlos, y otros, que no lo han vivido, tendrán en éstas líneas una herramienta de conocimiento importante para la comprensión de nuestra realidad.

Para llegar al sitial en donde se encuentra esta gran familia Pechugon, nuestra familia, se ha pasado por vanas situaciones, algunas felices y otras no tanto. Momentos que marcaron a fuego el sentido de pertenencia de su gente uno de dichos momentos &  fieles lo pasamos en la década del ’90, entre 1995 y 1998. En aquel entonces nuestro fundador Don Daniel no dudó un solo momento en realizar todo el esfuerzo necesario para salir adelante, pensando principalmente en todas las familias que dependían de la empresa. Y fue así que, firme ante la adversidad, fue marcando el rumbo a seguir para sortear esos momentos difíciles.

En el año 2000 fue realizada La reestructuración de la deuda con los bancos, pues hasta esa fecha solo-se habían honrado los intereses. En la reestructuración de la deuda se había realizado un acuerdo de pago del 50% en un penado de cinco años; al cabo de los cinco primeros arios se cumplió al 100% en compromiso asumido y se reestructuraría el restante 50%.

Durante ese tiempo se dieron esfuerzos en ambos frentes de esta gran familia, los propietarios se habían despojado de bienes particulares para amortizar en menor tiempo la deuda y los empleados, en un periodo de 6 meses, han sumado su grano de arena con la suspensión de tareas los días miércoles, además de redoblar esfuerzos en todos los sectores para disminuir el costo operativo.

En el año 2005 se renegoció el saldo del 50% de la deuda origina a un plazo de 5 arios a una tasa preferencial que fue obtenida gracias al buen comportamiento en el pago del primer periodo. La deuda fue cancelada con anticipación al término del tercer arlo, cumpliendo a cabalidad, en forma y antes de tiempo el compromiso asumido.

Las adversidades forman parte de nuestras vidas, si sabemos sorteadas y capitalizarlas tendremos una base firme para enfrentar las venideras. Esta sombra gris en la historia de la gran familia «La Blanca» se convirtió en un signo de unidad, un signo de que juntos podemos sortear las dificultades y seguir dando a nuestras familias el fruto de nuestro esfuerzo